muerte y legado


Tras la fuga de Escobar, las autoridades colombianas crearon el "Bloque de Búsqueda", un cuerpo conformado por la Policía Nacional, el ejército y los cuerpos antidroga de Estados Unidos. El Bloque de Búsqueda se dio a la tarea de localizar a Escobar hasta que, después de un año y cuatro meses de intensas labores de inteligencia, el 2 de diciembre de 1993, consiguió rastrear seis llamadas que Escobar le hizo a su hijo. Al estar acorralado intentó escapar, pero le propiciaron dos disparos en la espalda. No obstante, de su muerte existen varias hipótesis: Sería acribillado por todo el Bloque intentando huir. Esta escena es representada por un cuadro de Botero. Escobar se daría un tiro debajo de la oreja, lo cual se vio en la exhumación del cadáver; se cree esta versión por el lema de Los Extraditables: "Preferimos una tumba en Colombia a una cárcel en Estados Unidos". No es cierto que un francotirador del grupo los "Pepes" le disparó. Este disparo fue propinado por un oficial de la DIJIN que conformaba el Bloque de Búsqueda. El coronel Hugo Heliodoro Aguilar lideró el grupo de asalto que llegó a la casa que previamente unidades de inteligencia de señales de la DIJIN habían radiolocalizado con tecnología francesa y británica adquirida por la Policía Nacional en 1991 y operada por oficiales y suboficiales de inteligencia de la Policía Colombiana (en una entrevista con Gilberto Rodríguez Orejuela se dice que éste ayudó a la compra de dicha tecnología). Un mito dice que Aguilar le habría dado el tiro de gracia a Escobar. La muerte de Escobar generó distintas reacciones: su familia y sus protegidos lloraron su muerte, y a su entierro asistieron miles de personas, en su mayoría de los barrios pobres de Medellín. Pero la prensa y el gobierno lo consideraron un triunfo en la lucha contra las drogas y el principio del fin del tráfico de estupefacientes, lo cual no sucedió hasta la fecha; hoy en día paramilitares y guerrilleros se disputan el negocio del narcotráfico. Al momento de su muerte, la revista Semana de Bogotá describía así la huella que marcaba en la historia de Colombia: "No dejó gobernar a tres presidentes. Transformó el lenguaje, la cultura, la fisonomía y la economía de Medellín y del país. Antes de Pablo Escobar los colombianos desconocían la palabra sicario. Antes de Pablo Escobar Medellín era considerada un paraíso. Antes de Pablo Escobar, el mundo conocía a Colombia como la Tierra del Café. Y antes de Pablo Escobar, nadie pensaba que en Colombia pudiera explotar una bomba en un supermercado o en un avión en vuelo. Por cuenta de Pablo Escobar hay carros blindados en Colombia y las necesidades de seguridad modificaron la arquitectura. Por cuenta de él se cambió el sistema judicial, se replanteó la política penitenciaria y hasta el diseño de las prisiones, y se transformaron las Fuerzas Armadas. Pablo Escobar descubrió, más que ningún antecesor, que la muerte puede ser el mayor instrumento de poder.

Legado

Familia

Su familia estaba conformada por Victoria Henao, con quien se casó cuando ésta tenía quince años en 1975; Gloria Gaviria Flores quien fue su prima consentida, era la madrina de la boda junto con Carlos Fersch, el mejor amigo del Cartel del Sur; Gloria Gaviria que años más tarde engendra un hijo, cuya identidad es desconocida ya que es menor de edad. Pablo mucho antes de morir decía que quería que su hijo o el hijo de Gloria fueran los dueños del imperio porque él no quería que su imperio acabara, Gloria en la actualidad vive en Bogotá y paga casa por cárcel, la patria potestad del menor la tiene su abuela, lo último que se supo del joven es que vive en Antioquia, Colombia junto a su abuela; los hijos, Juan Pablo y Manuela, después de la muerte de Escobar salieron del país, pero fueron devueltos en cuanto pisaron España, corriendo con la misma suerte en Alemania. Finalmente se instalaron en Buenos Aires, donde han tenido varios problemas legales. Para alejar el estigma de tener el apellido de Escobar, decidieron cambiarse de nombre. Así, Victoria pasó a llamarse María Isabel Santos Caballero, Juan Pablo es ahora Juan Sebastián Marroquín y Manuela se llama Juana.
El 11 de diciembre de 2009, su hijo Juan Pablo presentó el documental biográfico Pecados de mi padre, en el que pide perdón a las familias víctimas de la violencia del narcotráfico.[9]
El 8 de noviembre de 2006, un día después de la muerte de su madre Hermilda, el cadáver de Escobar fue exhumado por orden de Nicolás Escobar, sobrino de Pablo e hijo de Roberto Escobar Gaviria, alias El Osito. Sebastián Marroquín acusó a su primo de haber vendido las imágenes de la exhumación a la televisión (éstas fueron transmitidas en directo[10] ) y de lucrarse con la memoria del capo. La disputa familiar se hizo más profunda tras conocerse que Nicolás se quedó con tres dientes y un pedazo del bigote que aún quedaba en la osamenta, aunque él alega que las conservó para realizar pruebas de ADN que resolverían los reclamos de paternidad de dos supuestos hijos del narcotraficante.[

 En abril de 2003 aparecieron en Medellín carteles con la leyenda "Pablo Presidente". Tras retirar los afiches e iniciar una investigación, las autoridades establecieron que se trataba de una intervención artística de un joven.

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